Mis brazos rodean el tronco rugoso, siento su fuerza ancestral. La savia corre bajo mis palmas, como late mi propia sangre.
Me sostengo en la tierra fértil, mis pies desnudos entre raíces. El viento susurra secretos verdes, me mece como una hoja más.
En este abrazo soy rama y raíz, soy nube y rocío mañanero. La naturaleza me acoge, me nutre, en ella encuentro mi verdadero hogar.
Ella: Sutarsih
Fotografía: Julian Rodríguez