Mi templo

Mi cuerpo es un templo, un santuario que guarda cada parte de mí con propósito y devoción. Aunque no hecho de mármol, cada curva y pliegue lleva la marca del tiempo, digno de reverencia. Mi alma es el altar, y mi mente, la luz que ilumina sus confines. Solo aquellos que valoran su significado pueden cruzar sus puertas, mientras yo resguardo mi paz y fortaleza en este refugio que me otorga consuelo, incluso cuando el mundo fuera se tambalea.

 

Ella: Piel Canela

Fotografía: Julian Rodríguez